Meli Criado es de esas artistas de nuevo cuño, con una pasión tardía por el dibujo y con una profusa irada que funciona como retrospectiva hacia su mundo interior,como terapia frente a un dolor muy personal, y al mismo tiempo, como lanzadera para explorar constantemente.Como quien busca para ser hallado.Ladrillo a ladrillo, Criado construye un universo propio que queda reducido, y a la vez se expansiona,a una cosmopolita y desordenadavisión del mundo, donde cada elemento cobra un sentido único y juntos confeccionan un todo que distorsiona las dimensiones, convirtiendo el hecho de mirar en un sutil juego de complicidad entre el observadory el artista.Define sus dibujos como composiciones laberínticas,con múltiples aristas e interpretaciones.Todas sus obras alinean y combinan sólo cuatro elementos con los que describe una falta de "tranquilidad urbana" que,a su juicio, ayuda a explicar lo que es Ferrol, "donde todo son edificios que se caen". Escaleras sin final a la vista, abismales piscinas,ventanas a ninguna parte y ladrillos que tejen un espacio claustrofóbico y al mismo tiempo abierto. "Es algo que parece salir de un cuento de hadas y que define una ciudad imposible, inhabitable", subraya.

Texto:Rubén García Diario de ferrol 25-05-2009